Durante el verano, las piscinas se convierten en uno de los sitios preferidos por toda la familia. No cabe duda que cuando el clima acompaña, una piscina se convierte en el lugar favorito, especialmente entre los más pequeños. Es por eso que resulta especialmente importante llevar a cabo una desinfección adecuada del agua. Los sistemas de desinfección más usados son dos, cloración mediante cloro y cloración salina. Te explicamos cuáles son las ventajas e inconvenientes de cada uno.
A la hora de mantener nuestra piscina en perfectas condiciones conviene entender como funciona el sistemea de cloración, puesto que de este proceso dependerá en buena parte, que una piscina pueda estar en condiciones óptimas para su uso y preservación.
Tipos de cloración
Uno de los problemas más comunes para la salud de las personas que disfrutan regularmente de un baño en una piscina son aquellas afecciones relacionadas con la piel y las mucosas. Esto es debido principalmente por dos motivos: una mala gestión de los elementos desinfectantes o por la falta total de ellos. En este último caso las bacterias y demás microorganismos proliferarán en el agua y harán de nuestra piscina un lugar no muy seguro para el baño. Para evitar esto te proponemos que conozcas los principales sitemas de cloración de agua.
Cloración mediante cloro
La desinfección mediante cloro es el sistema más popular y extendido debido a su precio asequible y su efectividad. El cloro funciona de la siguiente manera: cuando entra en contacto con el agua, es capaz de liberar ácido hipocloroso (HOCI), que es un agente desinfectante activo capaz de eliminar todo tipo de materia orgánica y microorganismos.
A la hora de aplicar cloro en nuestra piscina es necesario entender que como y cuando aplicarlo. Cuando se quiere desinfectar el agua que ha estado mucho tiempo sin tratamiento, por ejemplo al inicio del verano, se deberá aplicar cloro de choque, ya que este es más potente y mucho más efectivo. Para un mantenimiento periódico, por ejemplo durante la temporada de baño, se deberá aplicar cloro en grano o cloro en pastillas, siempre respetando las indicaciones del fabricante. El cloro se colocará en el skimmer de la piscina o en un dosificador flotante.
También resulta fundamental tener claro cuales son los niveles de Ph del agua correctos para el cloro que hemos aplicado sea efectivo. Lo normal es que el pH deba estar en un rango de entre 7 y 7.8. Cualquier valor de pH alejado de estos números hará que la cloración no sea efectiva, pudiendo dañar de forma significativa la piel y/o las mucosas de las personas que entren en contacto con el agua. Una buena solución para tener el pH de nuestra piscina controlado, es contar con un regulador de ph, que hará que este valor pueda ser fácilmente variado a nuestro gusto.
Cloración salina
Sin duda, los equipos de cloración salina son una auténtica revolución en el mundo de la piscina, en parte, por lo complicado que suele ser llevar un mantenimiento adecuado del agua mediante la desinfección por cloro. Los sistemas basados en la sal para desinfectar el agua son mucho más sencillos, ecológicos y beneficiosos para la salud de las personas que los usan.
La cloración salina es un método basado en el proceso de desinfección que se produce en el mar. Funciona añadiendo una cantidad de sal, más baja que la que se encuenta en el mar, pero adecuada para poder desinfectar el agua de manera eficiente. Este sistema funciona en conjunto con los denominados equipos de electrólisis, que consiguen generar un impulso eléctrico capaz de logar una alteración en la composición de la sal a su paso por el clorador, creando el denominado cloro libre, oxígeno y sodio. Los dos primeros actúan como desinfectantes naturales, mientras que el sodio es capaz de volver a unir los componentes para convertirse otra vez en sal.
La diferencia fundamental entre los sistemas basados en la sal y los sistemas basados en la desinfección por cloro, es que los primeros no crean ningún tipo de cloraminas, que en grandes cantidades pueden ser perjudiciales para la salud de las personas que tienen contacto con ellos. Además, la desinfección mediante sal, es mucho más beneficiosa para el medio ambiente, no requiere de químicos y es muy beneficiosa para nuestra piel, resultando la opción más aconsejable de todas.
Otros métodos de desinfección
Si bien es cierto que, los sistemas de desinfección para piscinas más populares son los dos mencionados anteriormente, existen otras opciones igualmente válidas y efectivas para llevar un correcto mantenimiento del agua de nuestras piscinas. Entre la variedad de sistemas que hay en el mercado destacan dos: los sistemas de radiación ultravioleta y tratamientos alternativos basados en químicos.
Desinfección mediante radiación ultravioleta
Estos sistemas han evolucionado mucho en los últimos tiempos, y se han consolidado como otra alternativa muy interesante al uso de cloro. La desinfección mediante este sistema consiste basicamente en proyectar un potente haz de luz ultravioleta al agua, consiguiendo eliminar los posibles agentes patógenos o microorganismos presentes en el agua. Esta radiación, innocua para el ser humano, es capaz de alterar el ADN de los agentes patógenos, haciendo que mueran e impidiendo su reproducción.
Una gran ventaja de estos sitemas es que resultan muy sencillos de instalar y su efectividad es muy elevada.
Tratamientos alternativos basados en químicos
La gran ventaja de estos tratamientos alternativos al cloro es que resultan menos dañinos para la piel y no requieren de un control tan exahustivo como en el caso del cloro. La contrapartida es que suelen ser un poco más caros.
El tratamiento alternativo al cloro más usado es el Bromo, que al igual que otros químicos desinfectantes, es capaz de erradicar microorganismos y bacterias de una manera efectiva, sin que produzca efectos irritantes para la piel u olores molestos. Como contrapartida, se sabe que produce bromaminas en niveles bajos.
Cloro vs Sal. Ventajas e inconvenientes
Para comprender en su totalidad los beneficios que nos puede aportar cada sistema, resulta conveniente analizar que nos puede aportar cada uno.
Ventajas del uso de cloradores salinos en nuestra piscina
- No son perjudiciales para el medio ambiente. Estos equipos solo emplean agua y sal para llevar a cabo la desinfección de la piscina.
- Ahorro. Son equipos muy eficientes, por lo que a largo plazo ahorrarás dinero.
- Seguridad. No existe riesgo para las personas que los usan.
- Facilidad de uso. Son mucho más fáciles de usar que los sistemas basados en el cloro
Inconvenientes del uso de cloradores salinos en nuestra piscina
- Mantenimiento. Resulta imprescindible llevar un mantenimiento adecuado de los equipos para prevenir futuros problemas.
- Uso de reguladores de pH. En algunos casos es conveniente regular el pH de la piscina para conseguir una efectividad mayor en la desinfección.
Ventajas del uso de cloro en nuestra piscina
- Inversión inicial menor. No es necesarios comprar ningún equipo sofisticado, basta con un bote de cloro y un dosificador.
- Alta eficacia. Por un precio reducido podrás desinfectar tu piscina.
Inconvenientes del uso de cloro en nuestra piscina
- Irritación de la piel y las mucosas
- Menor calidad del agua que los sistemas de cloración salina
- Mayor control de los niveles del agua
Conclusiones
Desde un punto de vista estrictamente relacionado con la salud, sin duda la mejor elección es adquirir un sistema de depuración del agua mediante sal, ya que no solo no perjudica nuestra piel, sino que es beneficioso para ella. Además, es un sistema limpio y respetuoso con el medio ambiente.
Si la elección de un sistema de cloración esta basada en un criterio puramente económico o de presupuesto, la opción lógica es decantarse por un sistema basado en cloro, ya que no requiere de una inversión inicial importante y cumple su función de manera muy efectiva. La parte negativa ya la conocemos y se traduce en un agua menos sana e irritación de la piel de las personas que están en contacto con ella.
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