Si estás por construir tu propia piscina o recién acabas de instalar una, es muy probable que no tengas ideas de las cosas que debes tener a la mano para garantizar el cuidado y mantenimiento de ésta, así como el de su agua.
En el caso de que nunca antes hayas tenido una piscina, resulta normal que poco conozcas sobre algunos de los productos que te harán la vida fácil para preservarla de forma óptima, garantizándote el disfrute por mucho tiempo.
Por eso, es conveniente que sepas que existen productos que pueden hacerte el mantenimiento de tu piscina mucho más seguro y tú sacarás mucho provecho de ello, dado a que mientras más sea el cuidado que ejerzas sobre ella, mayores serán los años de vida útil y la diversión no parará jamás. Algunos de ellos son:
1.- Cloro.
Éste quizás sea el producto más popular en el ámbito del comercio de piscinas y es que, en efecto, es el mayormente empleado para obtener una desinfección del agua mucho más uniforme y duradera. Gracias al cloro, el agua estancada de una piscina que no posee sistema de filtración, puede mantener por mucho más tiempo libre de bacterias y algas, evitando que en pocas horas se comience a notar un color verduzco en ellas, que es la consecuencia de la producción de suciedad que causa el medioambiente y los minerales propios del agua.
2.- Peróxido de hidrógeno.
Esta suerte de desinfectante de las aguas, suele ser usado con el mismo fin que el cloro, solo que es mucho más inocuo que el otro, ayudando a cuidar la piel y otras zonas del cuerpo que se exponen directamente con el agua, como es el caso de los ojos. Otra cualidad de este producto es que ayuda a depurar el agua, al punto de alejar avispas e insectos voladores que pueden representar un peligro por alergia para los bañistas.
3.- Red.
Este producto es bastante práctico al momento de limpiar la superficie de la piscina, donde suelen posarse hojas secas, insectos y basuritas que el viento suele arrastrar y que llegan repentinamente dentro de la piscina. Su manipulación es sencilla y siempre se recomienda hacerlo antes de ingresar al agua, para evitar el contacto con esos residuos o insectos que pueden ser desagradables al tacto.
4.- Lona.
Una lona es sumamente útil, cuando no se use la piscina, ya que al recubrirla la protege de los agentes externos que contaminan y pueden hacer incómodo el baño. Por eso, si se sabe que durante unos días no se utilizará la piscina, poner una lona encima es una opción que nos evitará tener que limpiarla demasiado una vez que la volvamos a usar.
5.- Hipoclorito sódico.
Se trata de un producto químico que contiene un ínfimo porcentaje de cloro, permitiendo que no aparezcan algas, ni bacterias a la piscina. Su aplicación se da más que todo en los casos donde la piscina es inflable y no tiene muchas dimensiones.
Como ya te hemos indicado, cada uno de estos productos tiene una función muy importante para disfrutar al máximo de una piscina durante el verano, sobre todo si se trata de las que son hinchables.
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